Los productos que se inhalan o consumen, muchos son tóxicos para el organismo, sin embargo, no producen una reacción inmediata, si no que alteran de forma paulatina y crónica el metabolismo, pudiendo ocasionar situaciones de fatiga o cansancio de forma más o menos crónica, aparentemente no justificado.
En estos casos, es muy importante la realización del test genético DETOX genes, que permite evaluar de forma personalizada, la capacidad de su hígado para detoxificar los contaminantes.
La detoxificación es el mecanismo de inactivación y eliminación de productos del metabolismo, moléculas endógenas como las hormonas, así como moléculas exógenas, por ejemplo: fármacos, contaminantes medioambientales, aditivos químicos, toxinas alimentarias, entre otros, que pueden resultar muy perjudiciales para determinadas personas. Aunque normalmente, para quienes no tienen dichas alteraciones genéticas, es través de la reducción, oxidación y conjugación, que las substancias dañinas se convierten en otras menos tóxicas y se facilita su eliminación por la orina o la bilis.
El hígado es el órgano interno más importante y que juega un papel crucial en el mantenimiento del metabolismo normal y detoxificación del cuerpo. Otros órganos implicados en la detoxificación son el colon, los riñones, pero también el cerebro y la piel.
Reacciones bioquímicas en el hígado, son las que depuran los tóxicos que se ingieren o inhalan, para ser eliminados por la bilis o la orina.
El test genético DETOXgenes, determina la predisposición genética de un individuo a su capacidad de detoxificación. Este proceso en el hígado, se realiza en dos etapas. La Fase I transforma los tóxicos en formas más solubles en agua y la Fase II los une a otras sustancias que facilitan su eliminación.
Cambios en el ADN que alteran cualquiera de las dos fases, o del equilibrio entre las mismas, podrán producir una acumulación de tóxicos y ser la causa de la fatiga, cansancio crónico, o un mayor riesgo de cáncer.
Muchas personas por alguna alteración en su ADN eliminan de forma inadecuada diferentes productos que ingieren o respiran.
En la alimentación hay sustancias tóxicas naturales, también hay residuos de pesticidas usados de forma habitual en agricultura.
Conservantes, colorantes, antioxidantes y otros aditivos que se añaden a los alimentos procesados, pueden ser tóxicos a determinadas personas, que por cambios en su ADN, tengan alteradas las Fase I y/o Fase II del proceso de detoxificación hepática.
Comidas precocinadas en recipientes de plástico y calentadas al microondas, liberan restos de plástico que pasan al alimento. Hay personas que por su ADN no los elimina y les puede producir toxicidad.
Determinados medicamentos, pinturas, metales, ahumados o xenobióticos en general, pueden ocasionar trastornos por una deficiente eliminación.
Por vía respiratoria se inhalan tóxicos, que provienen de la contaminación ambiental.
DETOXgenes es un test genético, dirigido para conocer la capacidad individual de detoxificación hepática, con el fin de evitar los efectos contraproducentes debidos a determinados contaminantes.
El resultado del estudio del perfil DETOXgenes, permite adoptar lo antes posible las medidas adecuadas para prevenir y evitar dichos síntomas.